La Biblioteca de San Rafael es la culpable de que exista «Del círculo que se cayó de una camiseta de lunares». Aquí he descubierto el maravilloso mundo del album ilustrado. Y aquí pronuncié esa frase de «quiero escribir cuentos para niños».
Así que fue muy especial poder contar aquí las aventuras de Lorenzo con la ayuda de un recurso nuevo: al kamishibai, una forma de contar historias que se originó en los templos budistas de Japón en el siglo XII.
Tras el cuentacuentos creamos figuras con círculos de diferentes tamaños, colores y materiales, y al final todos se llevaron a casa una composición de figuras geométricas.
Además me hizo mucha ilusión ver entre los oyentes a varios mecenas